Siempre es agradable pasear por un museo admirando el arte o, simplemente, rodeado de belleza sin prestar tanta atención. En muchas ocasiones no nos detenemos a pensar en cómo han llegado esas obras ahí y cómo es posible que hayan sobrevivido durante tantos siglos.

Las técnicas de conservación se han ido perfeccionando a lo largo de más de cinco siglos y son las que hacen posible que hoy podamos admirar cuadros como La Mona Lisa, El jardín de las Delicias o Los fusilamientos del 2 de mayo. Hablamos sobre conservación museística en este artículo. 

conservación en museos

Un poco de historia sobre el origen de los museos

Casi todo en la vida tiene precedentes. Si hablamos de museos, lo que había antes de que estos se conocieran como tal era el museion, un templo de Alejandría dedicado a las musas, que fue construido alrededor del 280 a.C. Dentro de él estaba la Biblioteca de Alejandría. Los intelectuales dedicaban su tiempo a estudiar los textos y, además, se instaló una colección de obras de arte, pero de forma totalmente accesoria.

Cuando la Biblioteca de Alejandría se quemó, desapareció el museion y también las prácticas que albergaba: servía como santuario y centro de investigación intelectual.

Para acercarnos a lo que conocemos por museo hoy en día, tenemos que trasladarnos hasta Italia. Allí, en el Renacimiento, comenzó a llamarse museum a las galerías donde se reunían obras de arte (entendiendo galerías como pasadizos exteriores que conectaban unas calles con otras). La palabra siguió ligada a las musas para los italianos, aunque su significado se hizo más preciso a mitad del siglo XV. Los príncipes italianos pensaron que era buena idea exponer pinturas y esculturas para que sus invitados personales (u otros príncipes y gentes de bien) pudieran admirar este arte.

A este inicio de los museos hay que sumar que el coleccionismo comenzó en la Edad Media, gracias, en gran medida, a los botines que se conseguían en iglesias antiguas y viejos templos de reyes y nobles.

Los Médici, en Italia, dieron un gran impulso a las artes y, con ello, a los museos. Además, se comenzaron a encontrar en el suelo italiano restos de columnas, estatuas, jarrones, entre otros, que también se empezaron a coleccionar.

En 1521, cerca de Como, Paulo Jovio decidió exponer su colección de piezas de arte y 400 retratos de hombres ilustres de la época en una casa construida para ello. Como referencia al museion, se decidió llamar a este lugar museo. Poco después, en 1581 se inauguró la galería Uffizi.

Los viajes y exploraciones de la época contribuyeron al auge de los museos y se comenzaron, cada vez más, a abrir al público, dejando de ser colecciones privadas para espectadores selectos.

conservación de piezas en museos

Qué es y para qué sirve la conservación museística

La conservación de las obras de un museo consiste en preservar las características originales del arte expuesto contra las posibles condiciones adversas que puedan existir. El objetivo es salvaguardar el objeto artístico durante el mayor tiempo posible.

Dentro del concepto de conservación existen otros tan relevantes como la conservación preventiva, la investigación, el tratamiento, la restauración, la investigación en conservación y hasta la exposición de objetos.

En el concepto conservación preventiva entran diferentes tipos y modos de hacer:

  • Control ambiental. Se refiere a la humedad, la temperatura y la iluminación en las salas y almacenes, que deben estar controlados al milímetro para no afectar a las obras.
  • Control del estado de conservación. Consiste en mantenimiento y limpieza superficial.
  • Enmarcado y montaje de conservación. Se instalan las piezas en cajas climáticas.
  • Supervisión de obras temporalmente cedidas por el museo. Se estudian las condiciones ambientales de las instituciones a las cuáles va a ir la obra, además de supervisar embalajes, medios de transporte, manipulación y, si es necesario, el acompañamiento.
  • Supervisión de obras cedidas temporalmente al museo. Se analiza el estado de conservación para hacer un informe y controlar la pieza durante la estancia en el museo.

La conservación preventiva se ha vuelto más importante con el tiempo, al hacerse más frecuentes los intercambios de obras entre museos. La organización de exposiciones temporales genera un riesgo para la estabilidad de las colecciones, especialmente en lo que concierne al transporte, montaje y posibles consecuencias expositivas.

Es muy importante la conservación preventiva, en este sentido, pero también lo es la investigación para poder usar las técnicas adecuadas de conservación o restauración.

En la investigación científica de museos se estudian las obras con técnicas de análisis científico e investigación documental para conocer la historia material y técnica de cada pieza. Algunas de las técnicas que se usan son luz ultravioleta para la superficie, reflectografía infrarroja, que llega a niveles profundos de la capa pictórica, radiografía, que aporta datos estructurales y constructivos y el estudio estratigráfico, que profundiza en el conocimiento de la materia pictórica. Esto consigue conocer y evaluar el estado de conservación, diagnosticar posibles problemas y concretar qué tratamientos son los más adecuados.

Hay que añadir que las técnicas de investigación permiten, asimismo, precisar la datación de una obra o aportar mucha información sobre el autor y los materiales precisos que se han empleado.

Por último, como uno de los puntos más importantes y notorios de la conservación museística están la conservación y la restauración. Los tratamientos que se usan para conservar una obra, siempre y cuando se haya comprobado que es necesario, son químicos en su mayoría y pueden implicar la consolidación de la materia y su estabilización estructural o química.

Se están potenciando las actuaciones en torno a la conservación y la investigación. La gran variedad de obras distintas que presentan los museos obliga a desarrollar un trabajo interdisciplinar entre instituciones de referencia.

 


Fuentes de información de interés:

Conservación y restauración (Museo de Bellas Artes de Bilbao)

La conservación de colecciones museísticas (María José Montañés Garnica)

 


Formación relacionada

Técnico en Museología: Conservación y Gestión de Museos

Museología: Teoría y Prática

Conservación Preventiva de Bienes Culturales

Conservación y Gestión de Museos