El arte es algo inherente al ser humano, y una buena prueba de ello es que a lo largo de todo el mundo se han ido encontrando desde dibujos en cuevas hasta conchas labradas y perforadas datadas hace más de 65 000 años. A medida que hemos avanzado, también el arte lo ha hecho, dando lugar a nuevas vertientes como el criptoarte.

Qué es el criptoarte y cómo funciona

Qué es el criptoarte

En una era en la que se impone lo digital a todos los niveles, el arte debe adaptarse, y eso es precisamente lo que se busca con esta nueva vertiente creativa. Está basada en la creación de un contenido digital único que engloba desde ilustraciones hasta poemas, pasando por composiciones musicales y loops, entre otras.

Uno de los inconvenientes de la creación digital es que no siempre resulta fácil demostrar la autoría de una creación, y es muy fácil multiplicar un archivo digital, incluso modificarlo. Todo esto suponía una importante barrera para el desarrollo del arte digital, porque no podía reunir las características del tradicional, es decir: autenticidad, exclusividad y propiedad.

Un meme que cualquiera puede tener en su ordenador o en su móvil, y que puede mandar a cientos de personas con un simple mensaje, no es criptoarte. Una obra criptoartística debe ser exclusiva, de propiedad de alguien, y tener confirmada su autoría, y esto solo es posible gracias a la tecnología NFT que se ha desarrollado recientemente.

Los Non Fungible Tokens (NFT) son activos digitales que forman parte de la arquitectura blockchain. Estos tokens contienen la información relativa a una obra de arte digital, de forma segura y transparente, de manera que esta no se puede intercambiar si no es con consentimiento previo de su titular.

Crear criptoarte sería imposible sin los NFT, porque solo gracias a ellos es posible vender obras de arte digitales como algo totalmente único y cuya autoría está fuera de toda duda. Es esto lo que consigue que estas creaciones tengan valor en el mercado.

Cómo funciona el criptoarte

Cuando se trata de cómo crear criptoarte, el proceso creativo es igual que a la hora de crear una obra artística al estilo tradicional. Hacen falta la creatividad por parte del artista y las herramientas adecuadas para convertir esa idea en un producto. La diferencia es que, en el criptoarte, esas herramientas que necesitamos son totalmente digitales.

Como decíamos antes, un elemento esencial en este nuevo proceso creativo son los NFT, así que es importante entenderlos un poco mejor.

Un token es un certificado digital de autenticidad, un archivo único que se inserta dentro de una cadena de blockchain. La tecnología blockchain es algo así como un libro de registro digital que deja constancia de una serie de activos y de las transacciones que se han realizado con ellos. Al quedar registrados todos los movimientos comerciales que se han llevado a cabo con la obra, podemos estar seguros de la autenticidad de la creación que tenemos delante, lo cual genera la confianza que es necesaria para que las obras de arte se compren y se vendan.

Para llegar a entender del todo el criptoarte, qué es y cómo funciona, hay que olvidarse del sistema de propiedad artística que conocíamos hasta el momento. Con el arte tradicional, una persona puede comprar un cuadro y exponerlo en su casa, pero con el arte digital esto no es así. Lo que se compra no es la obra como tal, porque esta no tiene una existencia física, sino los derechos sobre la misma y la facultad de poder venderla si es lo que se desea hacer en un futuro.

Pero ¿cómo llega la obra digital a un NFT? El artista hace su creación a través de sus propios dispositivos y luego, cuando vende su obra, se crea un contrato digital que vincula un determinado token con esa obra, registrándose también en este la transacción económica que se ha llevado a cabo. Y es que las ventas en este mercado cultural digital solo pueden hacerse a través de criptomonedas, porque así es más sencillo que la transacción se registre directamente en el token junto con la información de la obra digital.

Firmado el contrato, este queda almacenado dentro de un ecosistema blockchain, que impide que la información recogida en los archivos pueda ser manipulada de forma fraudulenta. Consiguiendo con ello que la autenticidad de la obra quede garantizada de por vida y que el titular de la misma pueda demostrar que es suya.

El criptoarte es una nueva manera de coleccionar obras de arte. Aunque para algunos todavía resulte demasiado desconocido, todos los expertos coinciden al afirmar que no se trata de una mera moda, sino de algo que ha llegado para quedarse.

Para que tanto los artistas como los coleccionistas de arte estén bien informados sobre los derechos que ostentan en esta dimensión digital del arte, necesitan especialistas bien formados que puedan asesorarles en todo momento.