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Gabriel Raposo SainzPodremos encontrar todo el contenido de Virtute Cultura Radio de forma semanal en Ivoox, Spotify, YouTube y en todas las redes.

Conversamos con Gabriel Raposo, que conducirá el programa, sobre los detalles del proyecto Virtute Cultura Radio.

¿Cuál es el espíritu del programa Virtute Cultura Radio?

Acompañar, como idea principal, a cualquier persona que se quiera acercar a nosotros y dedicarnos su tiempo, además jugamos con ventaja, no necesitamos el tiempo del oyente, solo acompañarlo.

Decía Aristóteles que “La felicidad reside en el ocio del espíritu.” La segunda idea parte de aquí: hacer la vida más agradable, más divertida…, no se me ocurre mejor forma que desde la cultura y alejados del ruido.

Todos vemos películas, escuchamos música, leemos libros, vemos pinturas, en ocasiones sin reparar en ello. Nuestro trabajo es poner voz a los protagonistas del mundo cultural, que no deja de ser el mundo que nos rodea.

¿De qué modo has decidido cruzar podcast y cultura?

Tenemos tanto talento en este país que muchas veces no nos damos cuenta, entre nosotros hay creadores de todo tipo. Hace mucha falta ponerles el foco y quitárselo al ruido.

No se me ocurre mejor forma que escuchando al actor, al director, al periodista, al pintor, al músico… cualquier persona relacionada con el mundo cultural, y poniendo especial atención en los nuevos creadores.

La gente joven que arriesga y apuesta por la creación, no solo en Madrid y Barcelona si no también, en ciudades a priori menos prolíficas.

Y asomarnos a nuestro alrededor por Europa y América, mirar todos los entornos.

¿Qué te interesa del formato y por qué crees que está tan en auge?

¿Quién no tiene momentos aburridos de autobús, metro, coche, bici…? Son en esos momentos en los que nosotros aparecemos, estamos en todas partes, eso es lo mejor.

Podemos estar en sus casas, en sus teléfonos y cuando quieran o como quieran. Pueden mandarnos callar, hasta el día siguiente o para siempre.

¿Qué es lo último que has visto o escuchado?

Radio, escucho y veo mucha radio, me inspiro de ella y de su modernización.

Creo que han dicho muchas veces que la radio estaba pasada pero cada día nos damos cuenta de que es al contrario, solo hace falta ver los datos y su evolución brutal en todas las vías. Con la radio puedes reírte, llorar, opinar…

¿Cuál es tu primer recuerdo radiofónico?

Por las mañanas antes de ir a clase, siempre estaba de fondo, recuerdo una voz, imagino que por su tono o timbre, la de José María Izquierdo. Al principio, no entendía mucho pero creció conmigo y maduró mi comprensión.

Y los fines de semana, el deporte en los largos viajes, sin parar.

¿Podría definirse esta obra como un podcast cultural?

Puedes definirlo como quieras, yo creo que es lo mejor de la idea, que puede ser muchas cosas. Vamos a ir a la raíz de la cultura y su gestión para compartir la realidad.

No puedo no pensar en todos los gestores culturales, actores, periodistas que con la pandemia están sin un rumbo definido.

IGECA es la institución que mejores herramientas tiene para orientar y lo más importante, hacernos conocer lo que nos gusta. Tenemos que compartir todo el conocimiento y todo lo que aporta IGECA al creador.

¿Qué matices puede compartir el podcast con el teatro o el cine?

Cuando leemos un libro, vemos una serie, una obra de teatro…, todos hemos cerrado un libro y hemos pensado: ¿qué habrá querido decir el autor o el personaje?

A quien no le gustaría preguntar a Sófocles sobre Edipo Rey, pues aquí vamos a poder preguntar la duda que tengas sobre tus libros, obras, series, películas y museos favoritos.

¿De qué forma nace el proyecto Virtute Cultura Radio?

Nace de los largos días de confinamiento, me volvía loco en casa y necesitaba poner en marcha algo.

Me llamó Carlos Flores de SER Valladolid para poner voz a los jóvenes de Valladolid en el Hoy por Hoy, creo que gracias a esa llamada y a nuestro programa En Boca de Todos me he acabado por enamorar de la radio.

Muchas veces te das cuenta de lo que te gusta en una clase, yo me di cuenta en los micrófonos de Carlos.

Tras muchas llamadas con mi maestro y amigo Javier, que sin darse cuenta despertaba en mí la necesidad de preguntarme por mi alrededor.

Pensé en mandar un proyecto a IGECA y la respuesta fue positiva: a por ello y aquí estamos.

Gracias al trabajo y la ayuda de Javier y Rafa, que han estado al pie de cañón para dar forma a las ideas, tampoco sería posible. El equipo es fundamental.