El paso de los años puede dañar nuestro legado artístico y monumental. ¿Sabías que las actividades de conservación y restauración del patrimonio cultural son esenciales para garantizar su pervivencia?

¿Alguna vez te has preguntado qué es exactamente el patrimonio cultural? ¿No entiendes cuál es la diferencia entre su conservación y restauración? Quédate con nosotros y prepárate para resolver todas tus dudas al respecto.

La importancia de la conservación y restauración del patrimonio cultural

Qué es el patrimonio cultural y por qué debemos protegerlo.

Definir el concepto de patrimonio cultural es esencial para entender las actividades de restauración y conservación del mismo. En este sentido, podemos entenderlo como el legado material o inmaterial que los miembros de una comunidad determinada reciben de sus ancestros. Dicha herencia necesita ser mantenida en óptimas condiciones para posibilitar su disfrute por parte de las futuras generaciones.

Lo primero que salta a la vista en el concepto de patrimonio cultural es su amplitud. Así, su ámbito no solo abarca elementos tangibles (arquitectura, pintura, escultura…), sino también manifestaciones culturales intangibles (fiestas, artes escénicas, técnicas artesanales….).

Importancia de la conservación y restauración del patrimonio cultural.

Más allá de ser una poderosa fuente de ingresos, el patrimonio cultural desempeña un papel muy valioso para aquella comunidad a la cual pertenece (país, región, territorio...). De hecho, define su identidad y le aporta cohesión social.

El Museo del Prado, la Catedral de Santiago, la Torre Eiffel, el Monte Rushmore, la Gioconda... Verdaderamente, existen muchos ejemplos del poderoso efecto identitario que ejerce la cultura. Cada uno de los elementos que la integran son únicos e insustituibles, siendo la conservación y restauración del patrimonio cultural nuestras únicas armas para prevenir su desaparición.

Una sociedad que no vela por la conservación y restauración del patrimonio cultural que le es propio demuestra que no lo valora y que no se respeta como grupo humano. Los artistas que realizaron estas obras en el pasado ya no pueden regresar para repetirlas, lo que supone privar de ellas a nuestros sucesores.

Cuando el patrimonio cultural de una sociedad pierde alguna de las manifestaciones que lo integran, la colectividad sufre un daño irreparable. Es por ello que organizaciones y normativas nacionales e internacionales se vuelcan en su restauración y conservación. Así lo ponen de manifiesto la Convención de la UNESCO de 1972 y la Constitución Española de 1978.

Qué es la conservación del patrimonio.

La conservación y la restauración del patrimonio cultural suelen emplearse como sinónimos. Sin embargo, se trata de acciones diferentes que, eso sí, tienden hacia un mismo fin: mantener nuestro legado histórico-artístico en las mejores condiciones posibles. En realidad, "conservar" es un concepto muy amplio que comprende la acción de "restaurar".

La conservación es una actividad interdisciplinar que busca la defensa de los elementos materiales integrados en el patrimonio cultural. A tal fin, abarca todo tipo de acciones, técnicas, estrategias y estudios tendentes no solo a interpretar su valor, sino también a mantenerlo sin deterioro el mayor tiempo posible.

Según su mayor o menor grado de intervención en el objeto a preservar, la conservación del patrimonio cultural se compone de tres funciones:

  • Conservación preventiva o indirecta. Pretende evitar que lleguen a suceder deterioros o pérdidas en los bienes culturales, haciendo que estos envejezcan lo más lentamente posible. Buena muestra de ello sería el control de los niveles de humedad relativa del aire.
  • Conservación curativa o directa. Busca frenar los deterioros en curso estabilizando el material para evitar nuevos daños. Se trataría, por así decirlo, de una medida preventiva de males mayores, en espera de intervenciones más profundas. Tal sería el caso de los procesos de limpieza mecánica y fisicoquímica.
  • Restauración. Desarrollamos este concepto en el siguiente apartado. ¿Nos acompañas?

¿Y la restauración?.

La restauración del patrimonio cultural es la modalidad de conservación que conlleva el mayor grado de intervención sobre un determinado bien histórico-artístico. La misma procede cuando dicho objeto pierde su valor o función a causa de daños o alteraciones pasadas.

La meta de la restauración del patrimonio cultural es devolver al objeto dañado sus atributos originales. Es decir, estas intervenciones pretenden revertir la pérdida total o parcial que ha sufrido dicho bien.

La mayor intensidad de estas acciones diferencia la restauración de la conservación directa e indirecta. No en vano, tales medidas se aplican directamente sobre el bien, llegando a modificar su aspecto. Es por ello que resulta imprescindible que dichas actividades sean realizadas por técnicos especializados.

Como ejemplos de restauración del patrimonio cultural podemos señalar los siguientes:

  • Reavivar los colores de un cuadro.
  • Unir los fragmentos de una escultura.
  • Reencuadernar un libro.
  • Corregir las deformaciones arquitectónicas sufridas por un edificio 

Como ves, la conservación y restauración del patrimonio cultural resultan indispensables para que este mantenga intacto su esplendor generación tras generaciónCon nuestro Curso de Especialización Universitaria en Gestión de Proyectos de Patrimonio Cultural obtendrás la formación que necesitas para dirigir estas actividades.